La gravedad es la fuerza con la que los cuerpos se atraen, la fuerza que actúa impidiendo que flotemos y que nos mantiene unidos a la tierra.

Uno de sus efectos, es conseguir desacelerar cualquier cuerpo que lancemos hacia arriba, creando el efecto contrario cuando está en caída, en este caso la gravedad conseguirá atraerlo hacia la tierra a una mayor velocidad.

En la superficie de la Tierra el valor de esta aceleración, que se indica con la letra g, sería igual en cualquier punto si nuestro globo fuera perfectamente esférico y si la fuerza centrífuga debida a la rotación terrestre, que tiene como efecto una disminución de la fuerza de atracción gravitacional, tuviera en cualquier parte el mismo valor. Al no verificarse estas dos condiciones, g varía ligeramente de un lugar a otro.

En el ecuador, la aceleración de la gravedad es de 9,7799 m/s², mientras que en los polos es superior a 9,83 m/s². El valor que suele aceptarse internacionalmente para la aceleración de la gravedad a la hora de hacer cálculos es de 9.81 m/s², ( en el sistema MKS mts- kg- seg.), 981 cm/s² ( para el sistema CGS cm-gr-seg) y 32.2 ft/s² ( en el sistema inglés libras- pies- seg).

Antiguamente se creía que los cuerpos más densos caían con mayor aceleración, pero Galileo y, después, Isaac Newton se encargaron de demostrar lo contrario. Un experimento realizado en una cámara de vacío demuestra que todos los cuerpos caen hacia la Tierra con la misma aceleración, independientemente de su masa.

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