Las rosas negras son tan extrañas que únicamente se desarrollan en un lugar de manera natural. Estas rosas, que aparecen perfectamente negras a simple vista, sólo crecen en pequeñas cantidades en la aldea de Halfeti, en el sur de Turquía, por las condiciones únicas del suelo y los niveles de pH de las aguas subterráneas de la zona, que se filtran desde el río Eúfrates.

El suelo tiene un impacto enorme en la pigmentación, en combinación con las antocianinas. Las antocianinas son las responsables del color oscuro de las moras, frambuesas y los arándanos, así como de estas rosas que sólo adquieren el color negro durante el verano. El resto del año son de un color rojo oscuro, que también es muy bonito, pero nada tiene que ver con el exótico negro que sustenta su fama.

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