La alopecia areata es una enfermedad que consiste en la pérdida del pelo en una zona focalizada del cuerpo, generalmente en áreas redondeadas y de tamaño pequeño del cuero cabelludo o de la barba.

En la alopecia areata la zona de piel afectada tiene un aspecto normal, no existe inflamación, enrojecimiento, descamación ni otro tipo de anomalías, lo cual la diferencia de otras alopecias.

Esta enfermedad sucede cuando el sistema inmunitario ataca por error los folículos pilosos, que es donde comienza el crecimiento del cabello. Por lo general, el daño al folículo no es permanente. Los expertos no saben por qué el sistema inmunitario ataca los folículos, se cree que se debe a múltiples factores.

Con frecuencia hay antecedentes familiares, por lo que se considera que existe predisposición genética. Los genes implicados también están asociados a otras enfermedades autoinmunes, tales como la enfermedad celíaca, la diabetes mellitus tipo 1 y la artritis reumatoide. La alopecia areata puede ser la única manifestación de una enfermedad celíaca no reconocida ni diagnosticada, en ausencia de síntomas digestivos o de otro tipo.

Debido a que por lo general el cabello vuelve a crecer en un año, se puede decidir no tratarla. En caso contrario, el tipo de tratamiento más común es aplicar muchas inyecciones de corticosteroides en el cuero cabelludo o en la piel, separadas por alrededor de 1 cm, cada 4 a 6 semanas.

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