El Azul Egipcio, conocido también como silicato de calcio y cobre, es uno de los primeros pigmentos artificiales que ha sido utilizado por el hombre.

El ejemplo más antiguo conocido del exquisito pigmento data de hace unos 5000 años y fue encontrado en la pintura de una tumba del reinado de Ka-Sen, el último faraón de la Primera Dinastía. Otros, sostienen que el indicio más antiguo del uso del Azul Egipcio aparece en la Cuarta Dinastía y en el Reino Medio, hace unos 4.500 años.

En nuevo reino, el Azul Egipcio se utilizó abundantemente como pigmento pudiendo encontrarse en estatuas, pinturas de tumbas y sarcófagos. Fue utilizado para producir una cerámica esmaltada conocida como mayólica egipcia.

En Egipto, el azul era considerado el color del cielo y por lo tanto del universo, fue asociado con el agua y el Nilo. Así, el azul era el color de la vida, de la fertilidad y del renacimiento.

Uno de los objetos naturalmente azules a lo que los egipcios tenían acceso era el lapislázuli: una piedra semipreciosa de tono azul oscuro que podía ser molida en polvo, aunque se trataba de un artículo de lujo y tenía que ser importado de Afganistán.

La fabricación del Azul Egipcio se difundió más allá de las fronteras de Egipto, puede encontrarse por todo el Mediterráneo, en numerosos objetos griegos y romanos, incluso en estatuas del Partenón de Atenas y pinturas murales de Pompeya. A pesar de su amplia aplicación en el arte, cayó en el olvido cuando la época romana llegó a su fin.

Más información: es.m.wikipedia.org