Los hicsos fueron un pueblo semítico que invadió Egipto hacia 1700 a.C. y reinó hasta 1550-1525 a.C., cuando Amosis I conquistó su capital y los expulsó del país. Según la llamada "hipótesis de los hicsos", el origen real del Libro del Éxodo, en la Biblia, no sería la fuga de los judíos de la opresión egipcia, sino más bien su expulsión tras casi dos siglos de ocupación. Los hicsos corresponderían, por lo tanto, a los hebreos de las Sagradas Escrituras.

Hicsos o "príncipes de países extranjeros" frente a la falsa etimología dada por Manetón, "reyes pastores", es el nombre que los egipcios dieron primero solo a los jefes y, más tarde, a toda la estirpe de extranjeros que, según Manetón, invadió Egipto durante el Segundo Periodo Intermedio.

Avaris, situada en la parte oriental del delta del Nilo, es el emplazamiento en el que surgió la capital de los soberanos hicsos; las excavaciones arqueológicas han demostrado que la ciudad se levantó sobre un anterior emplazamiento egipcio en el Reino Medio. Se trata de una auténtica fortaleza con muros de ocho metros de grosor; tras la derrota de los hicsos, la ciudad fue abandonada durante un cierto tiempo, para ser más tarde recuperada por la dinastía Ramésida, ya durante el Reino Nuevo.

Los hicsos introdujeron en Egipto el uso del caballo como animal de tiro y el carro de guerra, además de la espada curvada, los cascos y las corazas; incrementaron el comercio con Oriente e impulsaron la difusión de la literatura.

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