El romanesco es el primo “raro” de la familia de las coles, es un hibrido entre la coliflor y brécol o brócoli, y ha atraido la atención de algunos mercados, gracias a su suave sabor y su fácil preparación.

Además de ser una verdura muy llamativa, gracias a la atracción que ejerce su color verde y su estructura fractal, el romanesco o romanescu es rico en vitamina C, fibra soluble y carotenoides.

Al igual que la colifror, las coles o el brócoli, el romanesco se puede preparar de muchas maneras: cocido, al vapor, crudo, etc., lo puedes elaborar como más te guste, no te defraudará.

Fuera del tema culinario una curiosidad matemática: la cantidad de inflorescencias que compone el brécol romanesco es un número de Fibonacci.

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