La carapulcra o Calapurca en Quechua, forma parte de la gastronomía peruana. Es originaria de la zona central de la costa en las regiones de Chincha - Ica.

Proviene de los antiguos guisos y sopas espesas de carne de llama o alpaca y papa seca cocidas con piedras precalentadas dentro de una olla.

Uno de los principales ingredientes en su preparación es el uso de la papa seca, que no es otra cosa que papa trozada deshidratada al sol. Es un comida milenaria que se ha venido realizando con el fin de preservar el tubérculo.

En su elaboración se puede agregar carne de cerdo, pollo o la combinación de ellas, ajos picados, cebolla picada en cuadritos, ají panca, ají amarillo, manteca, 2 tazas de caldo de pollo, clavo de olor y canela. Además se agrega pisco, vino u oporto. Se sirve con arroz usualmente o solo, ensalada y rocoto en pasta o picado.

Este plato evolucionó a partir de la conquista para ingresar poco a poco dentro de las mesas criollas. En el Perú virreinal su nombre se castellanizó a carapulcra o carapulca como se conoce actualmente.

En la Feria Gastronómica Mistura se decidió fijar el 10 de febrero, como fecha del día de la carapulcra para promocionar este plato, por su cercanía a la fecha del Dia de la Amistad y para celebrar la integración de las culturas andinas, africana y española en la gastronomía peruana.

En 2017, en Chincha se preparó la carapulcra más grande del mundo a base de 650 kilos de papas. Fue degustado por 3 500 personas.

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