En la actualidad, dos especies del género Gorilla pueblan las selvas más frondosas de África: el gorila occidental (Gorilla gorilla), del que se escinden las subespecies de gorila oriental de tierras bajas y el gorila Del Río Cross; y el gorila oriental (Gorilla beringei), donde el gorila de montaña y el gorila de Grauer son las dos subespecies. La familia de gorilas ha visto como se reducía durante décadas sin capacidad de actuación mientras el ser humano afectaba, de manera directa e indirecta, a sus poblaciones.

No es casualidad que ambas especies de gorila se encuentren en la Lista Roja de Especies Amenazadas que elabora la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés). Por desgracia para estos grandes simios, las dos especies se encuentran catalogadas en peligro crítico de extinción con unas comunidades cuyas poblaciones van en regresión año tras año.

La caza furtiva, la fragmentación de los ecosistemas, la destrucción de los hábitats y la inseguridad reinante en los países africanos son las principales causas del declive de las poblaciones de gorilas hasta un punto insostenible.

A día de hoy, tan solo existen en libertad 1 063 gorilas de montaña, mientras que en 2016 sobrevivían poco más de 3 800 ejemplares de gorila de Grauer, la subespecie más grande de todos los gorilas, pudiendo llegar hasta los 210 kilos de peso.

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