Los desiertos consisten en territorios yermos e inhóspitos, secarrales azotados por el viento, terruños resquebrajados por la escasez de lluvias y azuzados por las temperaturas más extremas, unas veces frías y otras calientes. Espacios donde la vida humana se convierte en una hazaña, cuando no un imposible, y donde la naturaleza se presenta en su estado más primitivo y virgen.Ocupan cerca de un cuarto de la superficie terrestre, habiéndolos de arena, rocosos, áridos, polares y esteparios.

Es difícil concebir que el desierto más grande del mundo sea la Antártida. Sin embargo, el “continente helado” se trata del territorio más frío, seco y ventoso de todos los que configuran La Tierra. En la Antártida apenas llueve, la pluviosidad en la altiplanicie interior ronda los 50 mm. al año, mientras que en la costa caen unos 200 mm. de agua. El 98% de su superficie de suelo rocoso está cubierto por hielo, por lo que la vida en esta inhóspita región se reduce a algunas bacterias, musgos y líquenes. La fauna antártica prolifera en las zonas costeras donde habitan pingüinos, focas, leones marinos, gaviotas petreles y cormoranes, entre otras especies.

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