Edimburgo de los Siete Mares, con unos 300 habitantes, es considerada la isla más remota del mundo; está situada en medio del archipiélago británico de Tristán de Acuña, conformado por 6 islas que se encuentran en medio del Atlántico Sur. El sitio más cercano es la Isla de Santa Elena, situada a unos 2.000 kilómetros de ésta, a 2.400 kilómetros de Sudáfrica y a unos 3.360 kilómetros de América Latina.

La única vía de acceso al lugar es a través de bote ya que no hay aeropuerto. Las embarcaciones emprenden viaje desde Sudáfrica y tardan alrededor de 7 días en llegar.

Los lugareños viven de la agricultura, también son exportadores de langosta, comercian artesanías y la venta de sellos. La población disfruta de buenos niveles de salubridad, por ejemplo, no se enferman de resfriados, excepto cuando hay presencia de turistas.

El establecimiento fue fundado en 1815 con el nombre de Fort Malcom para evitar que, desde Tristán da Cunha, las tropas francesas intentasen tomar al asalto la Isla de Santa Elena donde cumplía su exilio Napoleón Bonaparte. Para ello, una guarnición militar se mantuvo en las islas y permaneció allí hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.

El mayor peligro para la población es el Pico de la Reina María, un volcán que entró en periodo de actividad en 1961, por lo que se vieron obligados a trasladarse a Reino Unido, donde se alojaron por dos años, pero eventualmente todos regresaron a la isla.

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