Se considera como continente a una gran extensión de tierra que se diferencia de otras menores o sumergidas por conceptos geográficos, como son los océanos; y culturales, como la etnografía.

La división de la Tierra en continentes es convencional, y suelen reconocerse entre cuatro​ y siete continentes; por ejemplo, una división en seis continentes suele ser: Asia, Antártida, Europa, África, Oceanía y América.

El Ártico, por su parte, es el área alrededor del Polo Norte de la Tierra. Incluye sectores de Rusia, Estados Unidos (Alaska), Canadá, Dinamarca (Groenlandia), Islandia, la región de Laponia, en Suecia, Noruega, Finlandia, y las islas Svalbard, así como el océano Ártico.

El ártico es en su mayor parte un extenso océano cubierto de una banquisa (hielo marino), rodeado por tierras despobladas de árboles y subsuelo helado. Rebosa de vida, incluyendo organismos viviendo en el hielo, peces, y mamíferos marinos, pájaros, y algunas sociedades humanas.

Por su naturaleza, la región ártica es un área única. Las culturas de la región y los oriundos del lugar se han adaptado a las condiciones extremas y al frío.

Desde la perspectiva del balance físico, químico y biológico, está en una posición clave. Reacciona de forma sensible particularmente a los cambios del clima, que aporta un reflejo global del estado del entorno. Desde la perspectiva de la investigación en el cambio climático, este es considerado un sistema de alerta temprana.

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