El telurio o teluro​ es un elemento químico cuyo símbolo es Te y su número atómico es 52. Es un semimetal que se encuentra en el grupo 16 y el periodo 5 de la Tabla periódica de los elementos. Químicamente se relaciona con el selenio y el azufre.

Fue descubierto en 1782 en minerales de oro por Franz-Joseph Müller von Reichenstein, inspector jefe de minas en Transilvania (Rumanía), denominándolo metallum problematicum.

En principio se confundió el telurio con el antimonio. Fue Martin Heinrich Klaproth, en 1798, quien examinó el «metal problemático» de Müller y lo llamó telurio.

Es un semiconductor tipo p. Cuando se añade el material dopante libera los electrones más débilmente vinculados de los átomos del semiconductor.

Aleado con plomo previene la corrosión de este ultimo. Se alea con hierro colado, acero y cobre para favorecer su mecanizado.

El telurio se obtiene del refinado electrolítico del cobre. Presenta dos formas alotrópicas: la cristalina, de color blanco plateado y apariencia metálica; y la amorfa castaña, de menor densidad.

Una curiosidad de este elemento es que la exposición a él genera un terrible mal aliento y olor corporal. El yacimiento más importante se descubrió en aguas de las Islas Canarias en 2017.

El selenio fue descubierto en 1817 por Jöns Jacob Berzelius. El bromo fue descubierto en 1826 por Antoine-Jérôme Balard, pero no se produjo en cantidades importantes hasta 1860. El litio fue descubierto por Johann Arfvedson en 1817.

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