La visión de los cuatro jinetes del Apocalipsis puede parecer misteriosa y aterradora, y su cabalgar ha significado muchos problemas en la Tierra. Simbolizan los fantasmas de las guerras, la falta de alimentos, las muertes pero también la de un rey guerrero y que además no es corrupto ni abusa de su poder.

El caballo negro lo monta el jinete del hambre. Lleva una balanza indicando lo que pesa el valor del pan durante las hambrunas. El valor de los cereales aumenta en períodos de emergencia alimentaria sin afectar el precio de los vinos y el aceite.

El caballo rojo, bermejo o alazán es montado por el jinete que simboliza la guerra. Como se ve, quita la paz no solo de algunas naciones, sino de toda la Tierra. En 1914, el mundo entero entró en guerra, algo que nunca antes había sucedido. Luego estalló la Segunda Guerra Mundial, que fue más destructiva que la primera.

El bayo, ceniciento o pálido caballo de la Muerte pero siempre un color indicando la palidez enfermiza de un cadáver. Otras interpretaciones hablan que el color puede ser gris, verde o amarillo. Se escribe como khlômos. Su jinete enarbola una guadaña.

El blanco lo monta el arquero de la conquista. Es el vencedor en la propagación del Evangelio.

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