En el marco de la guerra franco-prusiana (1870 a 1871), entre el 1 y el 3 de septiembre de 1870 tuvo lugar la Batalla de Sedán.

Los franceses se encontraban en una situación mala ya que habían sido derrotados en Gravelotte Saint Privat y el Ejército del Rin al mando del Mariscal Aquiles Bazaine tuvo que replegarse a la ciudad de Metz donde fue sitiado por los Primer y Segundo Ejércitos prusianos.

El Emperador Napoleón III junto al Mariscal Patrice de MacMahon reclutaron un nuevo Ejército de Châlons para marchar rumbo a Metz a rescatar a Bazaine. El Emperador no podía retirarse de la acción ya que resultaría en un desprestigio irreparable para su dinastía.

Napoleón III guió a su ejército hacia el norte para entrar en Bélgica, allí girar y atacar a Metz desde el norte sorprendiendo a los prusianos. Para su desgracia, éstos conocían sus desplazamientos por lo que, con el Tercer Ejército prusiano y el Ejército del Mosa, el Mariscal von Moltke encerró y derrotó a los franceses en Beaufort el 30 de agosto.

Los 120.000 soldados franceses se refugiaron en la ciudad amurallada de Sedán. Rodeados, Napoleón III ordenó a sus tropas romper el cerco y así comenzó la Batalla de Sedán. Luego de numerosos intentos frustrados, el día 2 de septiembre, no pudiendo resistir el asedio, Napoleón III ordena izar la bandera blanca y se rinde al enemigo quedando prisionero. Debido a esto, en París es derrocado el Segundo Imperio Francés y se instaura la Tercera República Francesa.

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