El Plateresco español es una corriente artística, especialmente, arquitectónico que surgió entre el gótico tardío y el Renacimiento, durante el primer tercio del siglo XVI.

Se caracteriza por una decoración detallada y recargada, que cubre las fachadas con motivos vegetales o animales o con festones, como candelabros y criaturas fantásticas. De ahí su nombre, ya que se asemejaba al trabajo de los orfebres.

La ciudad del plateresco, por excelencia es Salamanca, aunque también se extiende a Burgos y Valladolid.

Uno de los mejores ejemplos del arte plateresco es la fachada de la Universidad de Salamanca, que se inició en 1529. Se trata de una fachada muy decorada, que recuerda a un retablo. Aparecen medallones, escudos, motivos heráldicos, remate en crestería (decoración calada imitando a una cresta), etc.

En la decoración destacan elementos ornamentales que imitan candelabros y otros elementos constructivos. También aparecen desnudos, algo que va a ser típico del arte del Renacimiento, como Hermes y Venus. Entre otros elementos, se esconde una rana que, según la leyenda, deberían encontrar los estudiantes para aprobar.

Otras obras importantes de este estilo son la Fachada de la iglesia de San Esteban de Salamanca, Palacio de Monterrey, Escalera Dorada de la Catedral de Burgos, Hospital de San Marcos en León, Hospital de los Reyes Católicos en Santiago de Compostela, Hospital de la Santa Cruz en Toledo, Fachada de la iglesia de Santa, el Ayuntamiento de Sevilla

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