Joaquín Rodrigo (Sagunto, 1901 - Madrid, 1999) se inspiró en uno de los Reales Sitios, el Palacio Real de Aranjuez, y especialmente en sus imponentes jardines, para componer la música del Concierto de Aranjuez, la obra musical española más interpretada en el mundo.

La música de Joaquín Rodrigo representa un homenaje a las distintas culturas de España. Ningún otro compositor español se ha valido, como fuente de inspiración, de tan variadas manifestaciones del alma de su país, desde la historia de la España romana hasta los textos de poetas contemporáneos. Su música es refinada, luminosa, con evidente predominio melódico y con armonía original.

Su personal estilo ha creado un singular capítulo en la cultura española del siglo XX, donde la originalidad de su inspiración musical va unida a una devoción por los valores fundamentales de su tradición.

El "Concierto de Aranjuez" es una composición musical para guitarra y orquesta. Escrito en 1939, es el trabajo más conocido de Joaquín Rodrigo. Su adagio es singularmente popular, habiendo sido cantado por múltiples figuras de la ópera y la canción melódica.

La orquestación se considera única, dado que rara vez el sonido de la guitarra se confronta a toda una orquesta. Sin embargo, la guitarra nunca queda diluida a lo largo de la obra, sino que el solo del instrumento destaca en todo momento.

Fue el primer concierto para guitarra y orquesta de la historia de la música española del siglo XX.

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