El agave amarillo o pita es una planta perenne perteneciente a la familia Agavaceae. Es una planta crasa que resiste muy bien la sequía y los terrenos áridos. Se suele cultivar en exterior, donde alcanza los 2 m, pero también puede cultivarse en maceta. En ese caso, el tamaño es más reducido.

Sus hojas, largas, grandes, duras y carnosas salen desde el suelo formando una roseta. En los bordes, tienen púas agudas de unos 2 cm de longitud y, en el extremo, una espina gruesa y dura.

Existen diferentes variedades con las hojas en diversas tonalidades: algunas tienen color en sus hojas, otras solo con el perímetro de un color, otras de tonos de verde oscuro y otras con un color azulado.

Como todos los agaves, florece una sola vez en su vida y muere tras esa floración, monocarpismo. Una planta monocárpica puede vivir años antes de florecer. La floración no resulta por sí misma en la muerte de la planta, pero la producción de frutos y semillas causa cambios en ella que la llevarán a la muerte.

Cuando llega a la madurez, nace un gran tallo que crece hasta florecer en verano. Pese a esta circunstancia, la planta puede llegar a vivir hasta 40 años antes de florecer y morir y, durante todo este tiempo, produce una amplia descendencia a su alrededor.

Además, cuando la mata muere, de sus raíces emergen un montón de hijuelos. Podremos extraer estos hijuelos cortando el tallo que lo une con la mata central y así lograremos una nueva mata para la reproducción de la planta.

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