El monte Palatino es la más céntrica de las siete colinas de Roma, y la de menor elevación: se alza a 50 m​ sobre el Foro Romano, quedando entre este y el Circo Máximo.

Es una de las áreas más antiguas de la ciudad de Roma, con yacimientos arqueológicos que datan en torno al año 1000 a. C. y formaba parte de la llamada Roma Quadrata.

Según la mitología romana, el Palatino era el lugar donde estaba la cueva, conocida como el Lupercal, en la que fueron encontrados Rómulo y Remo y que era el hogar de Luperca, la loba que los amamantó.

Durante el Principado, fue la residencia oficial de los primeros emperadores de Roma, ya que Augusto tenía su casa en la colina, la cual pronto se convirtió exclusivamente en la sede imperial.

De hecho, el origen etimológico de la palabra ‘palacio’ en español y otros idiomas ('palazzo' en italiano, 'palace' en inglés, 'palais' en francés, 'palast' en alemán) proviene a través del latín ('palatium') del nombre de esta colina.

El Palatino es hoy un gran museo al aire libre y puede visitarse durante el día por un pequeño recargo con el mismo billete que el Coliseo. Hay dos entradas, una cerca del Arco de Tito en el foro romano y la otra en Via di San Gregorio, la calle que queda justo detrás del Arco de Constantino, a 200 metros solo de él, alejándose del Coliseo.

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