Venus es el segundo planeta del sistema solar en orden de distancia desde el Sol, el sexto en cuanto a tamaño. Al igual que Mercurio, carece de satélites naturales. Recibe su nombre en honor a la diosa romana del amor.

Conocido como la estrella de la mañana (Lucero del alba) o de la tarde (Lucero vespertino), es el segundo objeto más brillante del firmamento nocturno tras la Luna, por lo que Venus debió ser ya conocido desde la prehistoria.

Se trata de un planeta rocoso, llamado el planeta hermano de la Tierra, ya que ambos son similares en cuanto a masa, tamaño y composición, aunque muy diferentes en cuestiones térmicas y atmosféricas, ya que posee la atmósfera más caliente del sistema solar (temperatura media de 463,85 ºC), pese a situarse más lejos del Sol que Mercurio. La razón hay que buscarla en su atmósfera rica en gases de efecto invernadero (96% de dióxido de carbono), capaz de retener más calor del Sol. Es tan densa que genera una presión atmosférica 90 veces superior a la terrestre.

Este planeta posee además el día más largo del sistema solar: 243 días terrestres, y su movimiento es dextrógiro, es decir, gira en el sentido de las manecillas del reloj, contrario al movimiento de los otros planetas. Por ello, en un día venusiano el Sol sale por el oeste y se oculta por el este.

Actualmente carece de agua líquida y sus condiciones en superficie se consideran incompatibles con la vida conocida, aunque en el pasado remoto pudo contener vastos océanos.

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