Hay numerosas menciones de cuervos en las leyendas y la literatura. La mayoría hacen referencia a la especie Corvus corax, el cuervo grande.

Los cuervos son personajes frecuentes en los mitos y cuentos tradicionales norteamericanos, siberianos y nórdicos. Además de representar a los espíritus de los cuervos reales, a menudo se representa a los cuervos como el Trickster, un héroe o también al creador de los humanos.

Desde hace tiempo, el cuervo está considerado como un ave de mal agüero debido a su plumaje negro, su grito ronco y su necrofagia. Interesa también a los autores de mitos y leyendas.

Claude Lévi-Strauss, un antropólogo francés, sugirió una hipótesis estructuralista según la cual el cuervo, al igual que coyote tienen un estatus mítico porque los considera como mediadores entre la vida y la muerte.

En la Biblia hay varios relatos referentes a los cuervos: en el primero, Noé suelta un cuervo para ver el retroceso de las aguas después del diluvio. En el segundo, son enviados por Dios para sustentar al profeta Elías de manera sobrenatural.

Otro ejemplo es cuando Jehová, el proveedor de todas las criaturas, hizo referencia a sí mismo cuando dijo a Job «¿Quien le preparará al cuervo su alimento cuando sus polluelos claman a Dios por ayuda, cuando siguen errantes porque no hay nada de comer?».

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