"El viñedo rojo cerca de Arlés" es una pintura al óleo del pintor holandés Vincent van Gogh, realizada en Arlés a principios de noviembre de 1888. Fue una de las pocas obras que vendió en vida.

El cuadro recoge el momento de la vendimia en un atardecer otoñal que envuelve en tonos rojizos el viñedo. La idea es simple, no deja de ser una imagen que representa a las mujeres que trabajan en un viñedo. El autor supo captar con la gracia casi infantil que le caracteriza una escena de la vida cotidiana de la Provenza.

La brava coloración atrapa rápidamente la atención. Las mujeres, extenuadas de trabajo que supone recoger las uvas que crearan el vino, participan sin saberlo en una sinfonía de palpitante color.

Van Gogh utilizó colores cálidos, sobre todo rojo y amarillo, con rayas de azules de la ropa de las mujeres, y los árboles que bordean la imagen. El rojo recuerda a la tonalidad de un buen Pinot Noir.

A pesar de que el esquema de color se basa en tonos cálidos, se trata de una imagen discordante, como el color amarillo mostrando toques de verde, y el azul colocándose justo al lado del rojo. La pincelada, entrecortada, sigue un patrón ondulado.

La iluminación de la imagen es muy surrealista, alejado de la realidad, muy poco natural. Sin embargo, la colocación de los objetos y la escena representada es muy realista, de tal manera que, combinado con el efecto surrealistas de la luz, da al espectador una visión muy disonante, chocando contra él y confundiéndolo.

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