En física y química un coloide, sistema coloidal, suspensión coloidal o dispersión coloidal es un sistema conformado por dos o más fases, normalmente una fluida (líquido o gas) y otra dispersa en forma de partículas generalmente sólidas muy finas, de diámetro comprendido entre 10-9 y 10-5 nanómetros, como en el caso de la espuma de cerveza.​

La fase dispersa es la que se halla en menor proporción. Normalmente la fase continua es líquida, pero pueden encontrarse coloides cuyos componentes se encuentran en otros estados de agregación de la materia.

El nombre proviene de la raíz griega 'kolas' que significa "que puede pegarse". Este nombre se refiere a una de las principales propiedades de los coloides: su tendencia espontánea para agregar o formar coágulos. De ahí viene también la palabra "cola", el fluido pastoso que sirve para pegar. Los coloides también afectan al punto de ebullición del agua y son contaminantes.

Se diferencian de las suspensiones químicas, principalmente en el tamaño de las partículas de la fase dispersa.

Las partículas en los coloides no son visibles directamente, son visibles a nivel microscópico (entre 1 nanómetro y 1 micrómetro), y en las suspensiones químicas sí son visibles a nivel macroscópico (mayores de 1 micrómetro).

Además, al reposar, las fases de una suspensión química se separan, mientras que las de un coloide no lo hacen. La suspensión química es filtrable, mientras que el coloide no es filtrable.

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