Un vampiro es, según el folclore de varios países, una criatura que se alimenta de la esencia vital de otros seres vivos (usualmente bajo la forma de sangre) para así mantenerse activo.

En la cultura europea y occidental, así como en la cultura global contemporánea, el prototipo de vampiro más popular es el de origen eslavo, es decir, el de un ser humano convertido después de morir en un cadáver activo o retornado depredador chupador de sangre.

A lo largo de la historia, el mito del vampiro ha evolucionado y se ha transformado, influenciado por la literatura, el cine y la cultura popular. Escritores como Bram Stoker, con su icónica novela "Drácula" (1897), popularizaron la imagen del vampiro aristocrático y seductor, mientras que otros autores y cineastas han explorado diferentes facetas de esta figura.

Algunos estudiosos sugieren que el mito del vampiro, sobre todo el que se popularizó en Europa después del siglo XVII, se debe en parte a la necesidad de explicar, en un contexto de pánico colectivo, las epidemias causadas por enfermedades reales que asolaron Europa, antes de que la ciencia lograra explicarlas racionalmente.

En el folclore caribeño, particularmente en Haití y Granada, se le denomina "loogaroo" (deformación del término francés para hombre lobo, "loup-garou") a un personaje -usualmente una mujer anciana- que se despoja de su piel y en forma de 'globo de luz' roba sangre en la noche para ofrendarla al demonio a cambio de poderes mágicos.

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