El avestruz (Struthio camelus) es un ave que no puede volar. Esto es debido a que posee alas muy pequeñas para soportar sus enormes dimensiones: puede alcanzar los tres metros de altura y pesar unos 180 kg, siendo la más grande y pesada de las aves que existen actualmente.

Aunque sus pequeñas alas no les permiten volar, les ayudan a impulsarse, equilibrarse al correr y como mecanismo de defensa, agitándolas para atacar a posibles depredadores.

Los avestruces poseen sí una excepcional habilidad para correr. Sus largas patas, potentes y musculosas, están perfectamente adaptadas para correr, y les permiten alcanzar más de 70 km/h.

Son animales herbívoros con capacidad para digerir la fibra, aunque no son herbívoros estrictos; de hecho, algunos autores los consideran omnívoros, pues pueden ingerir pequeños animales y artrópodos. Incluso se les ha observado consumiendo restos de carroña abandonados por animales carnívoros.

Al igual que todas las aves, carecen de dientes y presentan escasa movilidad en la lengua, por lo que no realizan masticación alguna sobre lo que ingiere. Cogen el alimento con el pico y lo hace avanzar hacia la apertura del esófago.

Pertenecen al orden Struthioniformes, también llamadas ratites. Otras aves de este orden son el emú, el ñandú, el kiwi, y el casuario.

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