Jacobo I mantuvo continuas desavenencias con el Parlamento, especialmente en la cuestión de impuestos. Pero sería con su hijo y sucesor, Carlos I, cuando el conflicto se acentuará de forma notable. Los gastos desaforados del soberano pusieron en serios aprietos a las finanzas del Estado, por lo que se aumentaron y se incrementaron los tributos e impuestos.

La situación se precipitó cuando Carlos I solicitó mas fondos para apoyar a los hugonotes, protestantes franceses, sublevados de La Rochelle. El Parlamento se opuso y promulgó "La Petition of Right", que prohibía el establecimiento de nuevos tributos sin la aprobación parlamentaria, el arresto de un ciudadano sin causa, y la aplicación de la ley marcial en tiempo de paz. Por respuesta el rey disolvió el Parlamento en 1629.

Oliver Cromwell (1599-1658), un diputado de la gentry -una clase social británica, integrada por la nobleza de tipo medio y bajo y los hombres libres terratenientes- estaba al frente del ejército del Parlamento frente a Carlos I. El secreto de su éxito se debió a la nueva organización del ejército, sobre todo el cuerpo de la caballería pesada; a los soldados de Cromwell se les conocía como "the roundhead", cabezas redondas por llevar el pelo suelto, sin las habituales pelucas.

En poco tiempo, el ejército de Cromwell, mejor organizado y mas motivado, derrotó a las tropas reales. En 1645, Carlos I fue arrestado y pocos años después, en 1649, procesado y condenado a muerte.

Más información: nuevarevolucion.es