La Sinfonía n.º 8 en mi bemol mayor de Gustav Mahler es una de las obras corales de mayor escala del repertorio orquestal clásico. Fue compuesta con una gran rapidez en solo seis semanas. Es la primera sinfonía que utiliza partes corales en todos sus movimientos.

La gran cantidad de efectivos que necesita para su composición le han dado el sobrenombre de "Sinfonía de los mil", un nombre nunca aprobado por Mahler y que es engañoso.

La sinfonía no se estrenó hasta el 12 de septiembre de 1910 en Munich, en la nueva sala de conciertos construida con motivo de la Exposición Internacional. El público estaba expectante ante la magnitud de la obra y su elevado número de intérpretes.

Rodeando a los reyes de Baviera se encontraban las personalidades de la cultura de la época, como Richard Strauss y Stefan Zweig.

Su orquestación emplea cinco flautas, cuatro oboes, corno inglés, seis clarinetes, cuatro fagots, contrafagot, ocho trompas, cuatro trompetas, cuatro trombones, tuba, piano, celesta, armonium, órgano, dos arpas, mandolina, glockenspiel, tres timbales, bombo, címbalos, gong, triángulo, campanas tubulares, aparte de la cuerda habitual. Además utiliza ocho trompetas y tres trombones, situados en varios puntos de la sala. En la parte vocal emplea como solistas a tres sopranos, dos contraltos, un tenor, un barítono y un bajo, coro infantil y dos coros completos. Los efectivos son numerosos, pero se puede interpretar sin necesidad de llegar a los mil ejecutantes.

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