La castaña confitada, también conocida por su nombre en francés marron glacé, es una castaña que ha sido confitada o glaseada.

Esta golosina es habitual en la gastronomía italiana y francesa, aunque recientemente se está recuperando en otros países productores, como España o Portugal . Su origen se remonta a la antigüedad, cuando en ciudades como Cuneo o Lyon se almacenaban ciertos alimentos en miel o azúcar para su conservación, se introducían en vasijas y ánforas con agua y miel, y por un lento intercambio se impregnaba el fruto, además se conservaba más tiempo mucho mejor. Son famosas las de Ardéche, Cévennes, Perigord y Córcega.

Conseguir un marron glacé de calidad exige utilizar buenas castañas peladas, confitadas y finalmente glaseadas con almibar y luego presentadas como dulce de regalo. Los pasteleros franceses preparaban las castañas confitadas utilizando las de Privas, reconocidas como las más dulces y exquisitas.

Actualmente los mejores se elaboran en Galicia y en Zaragoza que siguen elaborándolos artesanalmente con castañas rigurosamente seleccionadas.

Por los estudios realizados en distintos restos fósiles, la castaña es uno de los alimentos más antiguos de la Humanidad, acompañando al hombre desde épocas prehistóricas.

Es originaria de Ponto Euxino (Antigua denominación griega en referencia al Mar Negro) en Asia Menor, mas precisamente hay quienes establecen su origen en Kastamonu, provincia de Turquía. Existen mas de 400 especies de castañas.

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