La bomba que más muertes ha causado en toda la historia de la humanidad, llamada: Little Boy. El 6 de agosto de 1945, a las 08:15 de la mañana, la tripulación del Enola Gay la lanzó desde 9.470 metros de altitud sobre la ciudad de Hiroshima al caer durante 43 segundos, hizo explosión a 600 metros de altura sobre el punto en el que se encontraba el Hospital Shima, liberando una energía de 16 kilotones (67 TJ).

De aspecto cilíndrico, con 3 metros de longitud, 71 centímetros de diámetro y su peso era de 4.400 kilogramos. En su interior contenía 64 kilogramos de uranio 235, aunque sólo 0,6 gramos se transformaron primero en energía cinética y después en luz y calor cuando se produjo la deflagración nuclear.

Tras detonar, la temperatura se elevó de manera casi instantánea por encima del millón de grados centígrados en la zona cero. El radio de destrucción total fue de 1,6 kilómetros y otros 12 km2 de Hiroshima fueron reducidos a cenizas en cuestión de segundos.

Entre 70.000 y 80.000 personas, el 30% de la población de Hiroshima, murieron como consecuencia directa de la explosión. En los meses posteriores, las quemaduras y los efectos de la lluvia radioactiva elevaron dicha cifra por encima de las 150.000 víctimas.

El número siguió creciendo en los años subsiguientes debido a los casos de cáncer que desarrollaron miles de habitantes de la ciudad y que según las estimaciones del Departamento de Energía de los Estados Unidos acabó superando los 200.000 fallecidos.

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