La coridora de tres bandas (Corydoras trilineatus), pertenece a la familia de los siluros, tiene escamas extrafuertes que le permiten sobrevivir a los ataques de los depredadores de dientes afilados.

Enfrentadas piraña de vientre rojo y una coridora de tres bandas (siluro de casi 2,5 centímetros de largo), la piraña arrinconó a la coridora, abrió sus fauces y propinó uno, dos y hasta diez mordiscos; la coridora se escurrió y salió nadando sin inmutarse.

El secreto se encuentra en su armadura: unas escamas especializadas de colágeno y mineral que les permiten enfrentarse a adversarios muy superiores. La principal grieta de su armadura es la zona que rodea las branquias.

Las escamas de la coridora no son redondeadas, son largas y delgadas, colocadas en dos hileras verticales que le cubren el cuerpo, las escamas de la coridora constan de osteoblastos, las células responsables de fabricar hueso.

Lo que le proporciona ventaja es una parte blanda de la armadura. Cada escudo consta de dos capas: una superficie dura y mineralizada, y, una red de tejido hecho de colágeno, la misma proteína que da elasticidad a nuestra piel y forma el armazón de los huesos; es la que ayuda a absorber la fuerza de los mordiscos para impedir que se rompa la escama.

La arapaima pesa unos 90 kilogramos mide hasta dos metros. Su armadura utiliza colágeno dispuesto en capas retorcidas complejas que diseminan la presión. El colágeno de la coridora podría ser como el de la arapaima en miniatura.

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