El calendario permanente Hanke-Henry, es un nuevo calendario propuesto que tiene por objeto reformar el actual calendario gregoriano, haciendo todos los años iguales. Cada fecha del año cae siempre el mismo día de la semana.

Nunca más se tendrá que cambiar el calendario al empezar un año nuevo y que la agenda 2020 sea igual a la que utilizó en 2019. Con un calendario fijo, su cumpleaños, Navidad y hasta el 21 de septiembre serían siempre el mismo día de la semana.

También consideran que en muchos cálculos financieros, como cualquiera que incluya intereses, ocurren varios errores por el problema de conteo de días, lo que generaría beneficios de hasta US$130.000 millones anualmente, tomando todos los bonos vigentes del mundo y haciendo un cálculo rápido de los intereses.

En el calendario, el año está dividido en 4 trimestres de 3 meses. Hasta ahí, todo igual.

Pero cada mes empezaría en el mismo día y fecha cada año. Los primeros dos meses de cada trimestre serían de 30 días cada uno y el tercero, de 31. Es decir, todos los meses, incluyendo febrero, tendrían 30 días, excepto marzo, junio, septiembre y diciembre, con 31.

De esta forma, cada trimestre es de 91 días, lo que se traduce en un año de 364 días, que consta de 52 semanas. Para el calendario permanente Hanke-Henry esto es esencial, ya que al mantener el ciclo de siete días del Sabbat, se evita la que había sido la mayor queja eclesiástica y que impidió el desarrollo de otros intentos de reformar el calendario.

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