Durante la Guerra Fría, los Estados Unidos y la Unión Soviética compitieron por ser los primeros en conquistar el espacio. A partir de los cohetes alemanes V-2 los científicos de ambas naciones comenzaron pruebas para alcanzar los 200 kilómetros de altitud, con objeto de realizar mediciones de la presión, densidad y temperatura de la capa superior de la atmósfera.

Ante las posibles implicaciones militares, en 1955 los Estados Unidos anunciaron su intención de lanzar satélites hacia el año 1958, a través del Proyecto Vanguard.

La carrera espacial estaba en pleno apogeo. El Sputnik 1 lanzado el 4 de octubre de 1957 por la Unión Soviética fue el primer satélite artificial de la historia, manteniéndose en órbita alrededor de la Tierra durante 92 días.

El 2 de enero de 1959, la Unión Soviética lanzó el Lunik 1, o Luna 1, cuyo objetivo era alcanzar la Luna.

Tras 34 horas de vuelo, el aparato no llegó a impactarse contra la Luna, sino que pasó a 6 000 km del satélite y, desde entonces, permanece estable en órbita solar entre la Tierra y Marte.

Lunik 1 medía 80 centímetros de diámetro, estaba hecho de magnesio y aluminio, con un peso de 361 kg. Transmitía a través de 5 antenas en su parte superior y 2 en su parte inferior.

Más información: es.wikipedia.org