Hoy en día tenemos a nuestro alcance instrumentos y dispositivos que han modificado los hábitos y costumbres de la vida cotidiana, cuyo funcionamiento se rige por las leyes de la electrónica: teléfonos móviles, ordenadores, televisores, equipos de audio, etc.

Con la excepción de algunos equipos de sonido, todos ellos están fabricados con circuitos integrados, compuestos por miles de transistores.

Antes de la invención del transistor también había multitud de equipos que utilizaban las propiedades de los electrones para funcionar y cumplir determinadas tareas.

El transistor es un dispositivo electrónico semiconductor utilizado para entregar una señal de salida en respuesta a una señal de entrada. Cumple funciones de amplificador, oscilador, conmutador o rectificador.

El transistor tiene 3 partes, una que emite electrones (emisor), otra que los recibe o recolecta (colector) y otra con la que se modula el paso de dichos electrones (base).

En la fabricación se emplean materiales como germanio, silicio, arseniuro de galio o aleaciones de silicio y germanio o silicio y aluminio.

Dependiendo del material, el dispositivo podrá resistir una cantidad determinada de tensión eléctrica y una temperatura máxima de calentamiento por resistencia.

Ocupa tres posiciones:

- En activa: se permite el paso de un nivel de corriente variable.

- En corte: no deja pasar la corriente eléctrica.

- En saturación: deja pasar todo el caudal de la corriente eléctrica.

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