En Paleontología, ciencia que estudia los fósiles, se denominan icnitas a las huellas fosilizadas de cualquier actividad de organismos del pasado geológico, que se han conservardo impresas en rocas sedimentarias.

El término icnita o icnofósil incluye cualquier tipo de rastro como marcas de desplazamiento o tubos de excavación, siendo las más populares las huellas de dinosaurios, presentes en todo el mundo.

En zonas pantanosas o húmedas, las pisadas de dinosaurios que poblaron el planeta durante la Era Mesozoica, quedaron marcadas, y la desecación, el posterior enterramiento y el paso del tiempo han contribuido a su preservación.

En función de su morfología, se distinguen varios tipos de icnitas, atribuidas a diferentes grupos de dinosaurios. Así, los dinosaurios saurópodos que eran cuadrúpedos dejan rastros de pies y manos, en cambio los dinosaurios ornitópodos y terópodos, bípedos, producían icnitas tridáctilas, que se diferencian bien entre si porque las de terópodos, al ser carnívoros, tienen dedos estrechos y afilados terminados en garra, mientras que las impresiones de ornitópodos presentan contorno redondeado, como el ejemplo que se puede observar en la fotografía.

Se encuentran icnitas en muchos países como Bolivia, Australia, Marruecos, USA, Chile, así como en numerosas localidades españolas, entre las que sobresalen la Rioja con el primer yacimiento europeo en cuanto a número de huellas, la costa jurásica de Asturias, Teruel o Burgos.

Más información: www.asturnatura.com