Maria Anna Cecilia Sofia Kalogeropoúlou, nació el 2 de diciembre de 1923 en Nueva York. La soprano más carismática de la historia de la ópera no tuvo una infancia feliz.

Sus padres, inmigrantes griegos, se habían separado cuando ella era solo una adolescente. María era un diamante en bruto, poseía una voz única, acompañada de un inusitado talento para la interpretación, amén de un gran temperamento, ingredientes que combinados, podían hacer de ella una estrella.

A los 15 años, se destaca interpretando el papel de "María" en Tiefland, la ópera de Eugen d’Albert, basada en el drama "Terra baixa" del catalán Àngel Guimerà.

Su debut definitivo tiene lugar en 1941, en el papel de "Tosca" de Puccini en la Opera de Atenas.

De la mano de "Norma", en 1947 despegaría su carrera artística. Su interpretación de la obra de Bellini, obtiene un enorme éxito.

De la mano de Toscanini debuta en "La Scala" de Milán con "Aida" en 1950 y seis años más tarde, lo hace en Nueva York con "Norma".

En 1959 el magnate naviero Aristóteles Onassis irrumpe en su vida. La cantante decide abandonar a su esposo (3 de noviembre de 1959), e inicia una desenfrenada vida junto al millonario griego (la soprano se retiró durante el tiempo que duró su relación), quién la abandona en 1968 para casarse con Jacqueline Lee Bouvier (viuda del presidente Kennedy).

Luego de sobredosis de barbitúricos, abusar de los somníferos y presa de la depresión, muere en París el 16 de septiembre de 1977, sola y con 53 años.

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