En la mitología romana, Marte era el dios de la guerra, hijo de Júpiter en forma de flor y de Juno. Se le representaba como a un guerrero con armadura y con un yelmo encrestado. El lobo y el pájaro carpintero eran sus símbolos. Era marido de Bellona y amante de Venus, con quien tuvo dos hijos: Fuga y Timor (respectivamente Deimos y Fobos para los griegos).

Fue identificado con el Ares griego; pero Marte no es simplemente un Ares romanizado, sino una deidad puramente itálica, patrón de muchas ciudades, como Alba Longa y tribus como la de los sabinos y los etruscos (se cree que el nombre Mars, sin derivaciones indoeuropeas, proviene del etrusco Maris), antes del surgimiento de Roma.Se creía que Marte protegía a su pueblo contra sus enemigos. También era un dios ctónico asociado a la tierra, a la protección física y espiritual de los cultivos.Era considerado además como el padre de Rómulo y una de las tres divinidades tutelares de Roma junto con Júpiter y Quirino.

Dicho Dios da nombre al cuarto planeta del sistema solar; a su vez, al segundo o tercer día de la semana (Martes); y al tercer mes del año: marzo.

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