El chimpancé de Michael Jackson se llamaba Bubbles, y fue la única mascota del cantante, que a menudo aparecía vestida del mismo modo que él, convirtiéndose en una de las mascotas más famosas del mundo. Además, Bubbles fue un compañero de viaje frecuente de Michael, cuyo apego al animal provocó la burla de los medios de comunicación y contribuyó a que el público percibiera al artista como un excéntrico. Durante el Bad World Tour, por ejemplo, Jackson se llevó a Bubbles con él a Japón, donde ambos bebieron té con el alcalde de Osaka. Además, Bubbles era conocido por dormir en una cuna en el dormitorio de Michae. Bubbles nació a principios de 1983 en un centro de investigación de Austin, Texas (EEUU), que criaba primates para fines experimentales. Hay información contradictoria sobre cómo llegó el mono a manos de Jackson. Una de las versiones indica que Jackson había comprado Bubbles cuando el chimpancé tenía ocho meses de edad.

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