La Torre de Babel es una edificación mencionada en el Génesis, el primer libro del Tanaj judío y del Antiguo Testamento de la Biblia cristiana. El relato está dirigido a explicar por qué los pueblos del mundo hablan diferentes lenguas.

Según la Biblia, la humanidad quedó casi extinta después del diluvio universal, fue gracias al Arca de Noé en la que Noé y siete integrantes de su familia sobrevivieron a la catástrofe. Los descendientes de Noé, como únicos seres humanos del planeta, se desplazaron hasta la llanura de Senar (Babilonia). Todos hablaban un solo idioma, y decidieron construir una torre tan alta que llegara al cielo.

El Dios de Noé (Yahveh) al observar la edificación decide que los habitantes hablaran diferentes lenguas y así abandonaran la construcción y se esparcieran por toda la Tierra.

La torre de Babel también aparece en la antigua Grecia y en algunas tribus de África oriental. Algunos estudiosos opinan que pudo ser una construcción real de la antigua Babilonia.

En este sentido, en el año 1913 se encontraron algunos restos por el arqueólogo Robert Koldewey que podrían corresponder a la torre. Se supone que tenía una base cuadrada con 92 metros de lado, 60 metros de altitud y unas 400 000 toneladas de peso. Estaba hecha de adobe y ladrillo. Se dice que la torre fue destruida por los arameos y los sirios y reconstruida varias veces.

La palabra «Babel» deriva del verbo hebreo 'baibál' y significa «confundir».

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