La materia oscura es una forma de materia que se cree que representa aproximadamente el 85% de la materia del universo y alrededor del 27% de su densidad total de masa-energía.

Su presencia está implícita en una serie de observaciones astrofísicas, incluidos efectos gravitatorios que no pueden ser explicados por las teorías aceptadas de la gravedad a menos que haya más materia de la que puede verse.

La materia oscura se denomina así porque no parece interactuar con el campo electromagnético, lo que significa que no absorbe, refleja o emite radiación electromagnética, y por tanto es difícil de detectar.

La principal evidencia de la materia oscura proviene de los cálculos que muestran que muchas galaxias se separarían, o que no se habrían formado o no se moverían como lo hacen, si no contuvieran una gran cantidad de materia invisible.

Dado que la materia oscura aún no se ha observado directamente, si existe, apenas debe interactuar con la materia bariónica ordinaria y la radiación, excepto a través de la gravedad. Se cree que la mayor parte de la materia oscura es de naturaleza no bariónica; puede estar compuesta por algunas partículas subatómicas aún no descubiertas.

Sin embargo, algunos astrofísicos, intrigados por observaciones que no encajan en algunas teorías de la materia oscura, defienden modificaciones de las leyes estándar de la relatividad general. Estos modelos intentan dar cuenta de todas las observaciones sin invocar la materia no bariónica.

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