La trompa de los Alpes, alpina o alforn es un original instrumento musical cuya existencia se conoce desde siglos antiguos. Los pastores suizos lo utilizaban para organizar el ganado, reunirlo y hacerlo desplazar. Años después cuando explotó el movimiento romanticista en el s. XIX, y más adelante con el auge del turismo y la mercantilización en el s. XX, la trompa de los Alpes volvió a revivir y a ganar un lugar dentro del folklore y la tradición suiza.

Está hecho de madera, con boquilla de copa y tubo de sección cónica con final acampanado hacia arriba. La longitud del tubo suele variar de 1,5 a 3,60 metros de largo y normalmente suele ser recto del todo, aunque en ocasiones puede estar arrollado como una trompeta y se conoce como Büchel horn. Las notas de la trompa de los Alpes son los armónicos naturales del sonido fundamental, al igual que ocurre con el fliscorno.

Algunos compositores de renombre han incluido la participación del alforn en sus obras orquestales. Por ejemplo, Leopold Mozart, padre de Wolfgang Amadeus escribió su Sinfonía Pastorella para orquesta de cuerdas y corno pastoritio, un tipo de alforn.

A primera vista, parece sencillo tocar este instrumento, pues no tiene orificios, llaves ni pistones. Pero soplar la cantidad precisa de aire para obtener la nota deseada no es nada fácil.

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