Una isolínea, conocida también como isopleta o curva de nivel, conecta diferentes puntos cuya función tiene un valor constante. Es decir, estas isolíneas pueden ser líneas, curvas o rectas.

Representan la unión de varios vértices que poseen las mismas características en una superficie. Y son utilizadas tanto en el ámbito meteorológico como en el cartográfico.

El primer mapa de París utiliza isolíneas para representar la distribución de la población en esa ciudad, en lugar de la geografía física.

Mapas utilizando isolíneas y sus variaciones han sido utilizados por el astrónomo Edmond Halley (del cometa Halley ) y por el doctor John Snow, para comprender mejor una epidemia de cólera en 1854 Inglaterra.

Existen varios tipos, se utilizan en los mapas para representar diferentes características del terreno, tales como la elevación y la atmósfera, las distancias, el magnetismo y otras representaciones visuales que no se muestran fácilmente en una representación bidimensional. El prefijo “iso-” significa “iguales”.

En varios tipos de gráficos empleados en termodinámica, ingeniería y otras ciencias usan isobaras (para mostrar presiones constante), isotermas (temperaturas constantes), isochors (para volúmenes específicos constante) u otros tipos de isolíneas (o curvas), aunque estos gráficos no están generalmente relacionadas con mapas.

Esas isolíneas son útiles para la representación de más de dos dimensiones (o cantidades) en gráficos bidimensionales.

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