El uréter es una estructura tubular músculomembranosa par de unos 25 a 30 cm de longitud, que transporta la orina desde el riñón hasta la vejiga urinaria, y que se ubica en la cavidad abdominal y pélvica.

Los uréteres descienden por la pared posterior del abdomen de forma retroperitoneal. Descrito con más detalle, discurren hacia abajo, partiendo desde los vértices de las pelvis renales en los hilios de los riñones, y pasan junto a la bifurcación de las arterias y venas ilíacas comunes, donde forman un auténtico plexo con ellas (se puede decir que los uréteres están bien irrigados). Luego discurren a lo largo de la pared lateral de la pelvis y entran en la vejiga urinaria, de forma oblicua, cada uno a través de un orificio denominado meato ureteral.

No hay verdaderos esfínteres en la unión de los uréteres con la vejiga urinaria, pero el paso oblicuo de estos hace que al irse llenando la vejiga se cierren mecánicamente, de forma que la orina no pueda ser impulsada de vuelta por el camino a través del cual llegó.

Además, el conducto del uréter es capaz de generar movimientos peristálticos regulados por el sistema nervioso autónomo. Estos movimientos ayudan al transporte unidireccional de la orina.

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