Las mioquimias son temblores involuntarios espontáneos localizados en determinadas fibras musculares, que resultan insuficientes para mover una articulación. Los músculos afectados no presentan debilidad ni atrofia. Comúnmente se describen en la práctica clínica como la contracción involuntaria de la musculatura palpebral.

En la mayoría de los casos la aparición de mioquimias es benigna y autolimitada. Ocurre en individuos sanos con inicio y desaparición espontánea. A veces pueden durar hasta tres semanas. Los factores que contribuyen más frecuentemente son una ingesta excesiva de cafeína u otras sustancias excitantes, altos niveles de ansiedad, fatiga, tensión, horas extra, y una falta de sueño.

El uso de ciertas medicinas y de alcohol también puede estar implicado en su aparición. En raras ocasiones puede aparecer como primer signo de un hemiespasmo facial, o de otras formas de distonía facial.

La fisiopatología de las mioquimias palpebrales no es bien comprendida. Se ha relacionado con una irritación de las fibras nerviosas que inervan al músculo o bien con una disfunción protuberancial a nivel del núcleo del facial. La incidencia de este síntoma no está precisada, aunque no resulta infrecuente verlas en las consultas de Neurología.

Lo principal será reducir o evitar los factores precipitantes si podemos identificarlos. Si la sintomatología es importante podría ser útil la infiltración de toxina botulínica. No se ha demostrado que otros fármacos sean eficaces.

Más información: clinicaquijada.es