Los días 2 y 3 de diciembre de 1989, los jefes de Estados de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov y de los Estados Unidos, George H. W. Bush, se reunieron en Malta para dar por terminada la Guerra Fría, la congregación se suscitó semanas después de la caída del Muro de Berlín

La Cumbre de Malta fue catalogada como la más importante desde 1945, cuando el primer ministro soviética, Iosif Stalin, se reunió con el jefe de Estado estadounidense, Franklin D. Roosevelt y el primer ministro británica, Winston Churchill para acordar en Yalta el plan de posguerra para Europa, el cual consistió en la repartición de territorios.

La culminación de la Guerra Fría catapultó el derrumbamiento de la Unión Soviética, las revueltas suscitadas en naciones de Europa oriental en 1989 originaron que paulatinamente la Unión de Repúblicas Socialistas perdiera territorios que había logrado tras haber triunfado en la segunda guerra mundial contra el nazismo

Los estadounidenses, en un principio muy reacios a creer en las buenas intenciones reformistas del secretario general del PCUS, se mostraron distantes. Entre 1985 y 1988, Reagan y Gorbachov se reunieron en 5 ocasiones y, a pesar de las cumbres y conferencias conjuntas, no llegaron a acuerdos completos en lo referente a temas de calado. En la primavera de 1988, Reagan viajó a Moscú y estableció unas relaciones más cercanas entre ambas potencias. En diciembre Gorbachov viajó a EEUU, donde expresó públicamente el final de la doctrina Brézhnev.

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