El efecto "Fata Morgana" es un espejismo o ilusión óptica que se debe a una inversión de temperatura. Objetos que se encuentran en el horizonte como islas, acantilados, barcos o témpanos de hielo, adquieren una apariencia alargada y elevada, similar a "castillos de cuentos de hadas".

Este fenómeno óptico suele verse en unas zonas más que otras, debido a las condiciones meteorológicas. Es el caso de la zona de Reggio Calabria, en Italia, lugar en el que bautizaron al fotometeoro con este nombre.

El nombre procede del latín y significa hada Morgana, en alusión a la hermana del legendario rey Arturo, que según la leyenda era un hada cambiante. El espejismo, frecuente en el estrecho de Mesina, hace que las personas vean cosas donde no las hay debido a la existencia de distintas capas de aire con densidades diferentes.

Como resultado, los rayos de luz se refractan, pero quien ve el espejismo no percibe esas diferentes capas, y de ahí el desconcierto.

Este efecto óptico que se produce al mezclar la luz con dos capas de aire diferente.

Justo pegada a la línea de agua, hay una capa de aire con una temperatura y, encima de esta, hay otra capa de aire con una temperatura más cálida. En el punto intermedio de las dos capas de aire entra la luz y, al reflejarse, hace lupa y refleja barcos o cualquier cosa que esté en el horizonte, creando un efecto óptico en el que estos objetos se ven flotando sobre la nada.

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