Los pingüinos emperador son uno de los grandes supervivientes de la naturaleza. Pueden soportar el frío gélido de un invierno antártico cuando las temperaturas caen en picado a -20 ° C o menos.

Para evitar morir congelados, se apiñan en grupos apretados para conservar el calor y protegerse de los vientos intensos. Ahora bien, esta forma de agruparse resulta excelente para mantener calientes a estos hermosos animalitos.

De hecho, dentro de los grupos, los pingüinos apenas pierden calor. Lo poco que liberan proviene de sus cabezas o de respirar el aire helado. Eso significa que regularmente se encuentran en temperaturas cálidas de 37.5 ° C , que es significativamente más alta de lo que ellos prefieren. Pero sucede incluso algo más: los pingüinos en el interior se calientan demasiado, así que después de un tiempo, necesitan un poco de espacio para refrescarse.

Además aquellos que buscan perder algo de calor corporal forman grupos aparte. Al analizar de cerca estas formas de agruparse los científicos descubrieron que cada una de ellas cambia constantemente, tanto en respuesta a la temperatura exterior como en respuesta al sobrecalentamiento de los pingüinos.

Más información: www.lasexta.com