El Imperio Inca se extendía desde la actual Colombia hasta Chile e incluía la mayor parte de Perú y Ecuador. Los incas eran una cultura rica y avanzada con sofisticados registros, astronomía y arte.

Originarios de la zona del lago Titicaca, los incas fueron una vez una tribu de muchas en los altos Andes, pero comenzaron un programa sistemático de conquista y asimilación y en el momento de su primer contacto con los europeos, su Imperio era vasto y complejo.

Gran parte de la arquitectura Inca fue diseñada y construida para ayudar en la adoración del Sol, la Luna y las estrellas.

Los incas a menudo construían pilares que marcaban la posición del sol en los solsticios, que se celebraban con grandes festivales. Los señores incas presidirían tales festivales.

En el gran templo del Sol, una mujer Inca de alto rango, generalmente la hermana del Inca reinante, si había alguna disponible, estaba a cargo de las mujeres enclaustradas que servían como "esposas" del Sol.

Los sacerdotes observaban los días santos como los solsticios y preparaban los sacrificios y las ofrendas correspondientes.

Los incas adoraban a Inti porque sabían que el Sol daba mediante su energía alimento fotosintético a sus tierras.

El Sol tiene un importante significado cultural en el Perú, Argentina, Bolivia, Uruguay y Ecuador. Está presente en la cultura peruana y los actuales países que formaron parte del antiguo territorio del Imperio Inca. La moneda peruana es denominada Sol.

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