Las plantas también sudan, solo que liberan normalmente el agua en forma de vapor invisible. En una fresca mañana, se puede observar cómo encima de las copas de los árboles se forman nubes que ascienden.

Estas nubes se forman en gran parte por el vapor de agua que las hojas liberan. El sudor de los bosques forma parte de las lluvias que caen en el interior del país. Por ello, la tala de árboles puede causar una disminución de las lluvias.

Durante el día, las plantas pierden mucha agua en forma de vapor porque sus hojas tienen que abrir sus poros para absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno requerido para su crecimiento.

El oxígeno liberado es un producto de esa misma fotosíntesis y valioso para nosotros porque lo necesitamos para respirar. Ese “sudor” también enfría las hojas y evita que se sobrecalienten.

De noche, algunas plantas sudan gotas de agua para mantener el flujo de agua en su organismo y para absorber por medio de sus raíces a los nutrientes disueltos en el agua del suelo.

Sin embargo, durante la noche las estomas están cerradas, y solo algunas plantas empiezan liberar agua en forma de gotas, un proceso que se llama gutación. No hay que confundir la gutación de las plantas con la escarcha o la condensación de agua del aire. Si el agua fue liberada por la planta, el líquido lleva sales disueltas que se secan en la superficie de la hoja y se aprecian como puntos blancos.

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