Neptuno es el octavo planeta en distancia respecto al Sol y el más lejano del sistema solar. Posee 17 veces la masa de la Tierra y es cuatro veces más grande. Es una bola de gas y hielo y probablemente un núcleo rocoso, así que si nos ponemos de pie sobre sus nubes, nos hundiríamos; y nos daríamos cuenta de que la fuerza de gravedad que nos empuja hacia abajo sería similar a la que sentimos caminando sobre la Tierra.

La gravedad de Neptuno es m/s², sólo un 17% superior a la de la Tierra, la cifra más cercana que puede encontrarse en el Sistema Solar.

Los vientos de Neptuno soplan a unos 2400 km/h, según las mediciones que realizó la Voyager 2 de la NASA en 1989.

La sonda también captó imágenes de unas nubes blancas de cristales de metano helado y de una veloz tormenta anticiclónica. Neptuno es de color azul porque su atmósfera cuenta con un gas metano. Este gas, bajo los rayos de Sol, absorbe los colores rojos y hace que la luz reflejada desde el mencionado sistema parezca azul.

En 1846, Neptuno fue descubierto y se supo que era el planeta más alejado del Sol. Sin embargo, en 1930 se descubrió Plutón, el cual pasó a ser el planeta más lejano.

El problema es que por momentos la órbita demasiado elíptica de Plutón lo lleva a estar más cercano al Sol, la última vez que pasó fue desde el 1979 al 1999. Sin embargo, en 2006 se decidió que Plutón no podía ser considerado un planeta, y por lo tanto Neptuno pasó a ser el más alejado nuevamente.

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