Arbeit macht frei es una frase alemana cuya traducción al español es ‘el trabajo libera’, aunque a veces pueda ser entendida como ‘el trabajo te libera’ o ‘el trabajo os hace libres’. La frase en cuestión ha sido formulada en la lengua teutona empleando un modo estrictamente impersonal.

El lema se empleó en los campos de concentración (también llamados de trabajo y de exterminio) durante la dictadura nazi, como irónica y cínica bienvenida a los presos allí emplazados. Habitualmente se colocaba, la inscripción en las puertas de acceso a dichos campos. El historiador Harold Marcuse atribuye la utilización como eslogan de los campos de concentración, al primer comandante de las SS en el campo de Dachau, Theodor Eicke.

En la puerta del campo de exterminio de Auschwitz se puede encontrar invertida la letra B de la palabra "Arbeit" (trabajo), símbolo de protesta que habría concretado uno de los internados.

Una inscripción distinta fue la de la puerta de entrada a Buchenwald, donde aparecía la expresión alemana «Jedem das seine» (literalmente «cada uno lo suyo»), que en su forma latina «suum cuique» fue la divisa de la monarquía prusiana, y que se puede interpretar como «a cada cual lo que se merece».

Más información: es.wikipedia.org