"El condenado por desconfiado" es un drama teológico del teatro barroco español atribuido Tirso de Molina.

Plantea el drama del destino paralelo de dos personajes: Enrico, un bandido famoso por sus crímenes, y Paulo, el buen ermitaño que viene a saber que su fin será el mismo que el de Enrico.

Mientras éste, confiado en la misericordia divina, se arrepiente a última hora y se salva, el ermitaño, desconfiado por la premonición recibida, abandona la vida religiosa, se entrega al mal y, desoyendo las amonestaciones que le reclaman a la esperanza, se condena.

Tirso de Molina (1579-1648) ingresó muy joven en la Orden de la Merced y estuvo en América de donde regresó para vivir en Toledo, donde fue Superior del convento de los Mercedarios.

Se dio a conocer como escritor de comedias, pero denunciado por su labor teatral dejó de escribir durante diez años. Cultivó todos los géneros en uso en su época y sus obras pueden dividirse en autos sacramentales, comedias religiosas, comedias de historia nacional, comedias de carácter, comedias de intrigas, las grandes creaciones dramáticas y obras en prosa.

El elemento relevante de su teatro es la creación de caracteres psicológicos, especialmente femeninos y el uso de una mayor naturalidad. En su obra abundan los paralelismos entre la vida temporal y la eterna, entre la vida religiosa y mundana, entre amores místicos y profanos. Sus dos obras más conocidas son "Don Gil de las calzas verdes" y "El burlador de Sevilla".

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